Los que iban a acabar con el paro en Castilleja de la Cuesta

En tiempos de Doña Carmen...

¡Firmes! ¡qué he dicho doña Carmen!.

Decían que cuando estuviera acabado Ikea, en Castilleja no iba a haber un parado.

¡Jajajajajajajaja!.

Otro momentazo para el humor de los amigos socialistas.

Ikea, no ha solucionado nada. Es más, lo que ha hecho ha sido, traer problemas nuevos. En los buenos tiempos, de nuestro pueblo trabajaba un 30 % de la plantilla. Igualito que el 100 % de los tiempos de las fábricas de tortas. Ahora la cosa va por un 15 o un 20 %, vete tu a saber porque, como los suecos no dan datos y desde el Ayuntamiento, viendo lo precario de esos puestos de trabajo, del tema Ikea no quieren saber nada...

Pero, con todo, eso no es lo peor. No, lo peor es que, pese a los cien kilitos de euros en ventas del año pasado... Si, si, cien kilitos, un veintiséis por ciento más que cuando abrieron... Pese a los cien kilitos, a nuestros amigos, les tiene que parecer poco el beneficio porque, han empezado una campaña de despidos y de reducciones de horas de contrato que, por redondear, lleva afectadas a cien personas. Hemos pasado, en un mes y medio, mal contado, de quinientos y pico currantes a cuatrocientos escasos.

Esos son los que iban a solucionar el paro.

Luego, cuando estén atascados en la carretera y no puedan entrar en sus casas, acuerdense de doña Carmen (to er mundo firmes, cagoentó) y de los que la han sucedido, Willy Fogg Anguas, la de las dos mil horas, el jardialcalde y toda la tropa... Estos son los verdaderos culpables y no los suecos que han venido a pegar el pelotazo, que están pegando. Acuerdense como los trabajadores se acuerdan de Hilario, el solidario, que, con la que hay liada, sigue el tío tan tranquilo en su despachito de liberado sindical de UGT, sin rascar bola y, viendo, como sus compañeros de CCOO se reunen con IU y con el PP, ante la imposibilidad de hacerlo con el PSOE local que, la verdad, por los derechos de esos trabajadores, todavía no ha hecho nada. Acuerdense de lo que les decían, de la mentira aquella de que con IKEA, el paro en Castilleja de la Cuesta iba a ser cero.

Maldita la hora, maldita en que nos atascaron el pueblo, nos cargaron los costes de organización del tráfico, nos hicieron ponerles policia local para regularles el caos y se quedaron unos terrenitos que, con su par de fábricas de tortas, estaría sirviendo para tener a una buena pila de castillejanos colocaditos, pero bien, no con esos sueldecitos que son tan de la señorita Pepis como los muebles que venden.